«Los amó hasta el extremo».

Domingo de Ramos
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PASIÓN DEL SEÑOR…
9 abril, 2020

El jueves santo es una llamada al amor, a preguntarse qué es lo que de verdad uno ama
y entregarse a ello. Propuesta arriesgada, qué duda cabe, pero también el único
camino a la felicidad verdadera, a la gratitud sin límites, a la Vida que no conoce fin.
Vivamos con intensidad este momento en el que Jesús nos dice a cada uno: cuánto he
deseado cenar esta noche contigo.

Vamos a vivir el momento más íntimo de la vida de Jesús. Él sabiendo que había
llegado su hora, quiso reunirse con sus amigos y amigas y dejarles su herencia, su
legado, les abrió su corazón y les regaló su Cuerpo y su sangre, su presencia, el sentido
de toda su vida: EL AMOR HASTA EL EXTREMO.

Jesús mismo se convierte en don, en entrega, en regalo. ¡Qué sorprendente forma de
actuar en un mundo de brazos cerrados, donde, quien más quien menos, todos nos
reservamos mucho. Sin detenernos en lo que sucedió en aquella cena, difícilmente podríamos entender lo que pasó después. La cruz y la Vida toman sentido en el pan, en el vino, la complicidad, el cariño…

El Jueves Santo sabe a testamento. Nos trae gestos y palabras de Jesús que llevan a lo esencial, a una invitación a hacer memoria de lo vivido, pero, sobre todo, a vivir cada día haciendo memoria, realizando cada cristiano la entrega que Jesús hizo por nosotros.

Amaos, les dijo. Como yo os he amado, que es lo mismo que decir apasionadamente, hasta el fin. Amaos unos a otros cómo os sentís amados por mí…