El Gemido Como una Llamada a la Esperanza
El abajarse de Dios que se funde y se confunde con cada
criatura, se hace hombre en el Hijo, al escuchar nuestro
gemido, el de la humanidad y el de la tierra, nos llama a:
reconocer nuestra fragilidad, y esforzarnos por vivir
una vida que refleje la gloria de Dios.
cultivar la esperanza: en el gemido de la tierra, que
experimentamos en la tragedia de nuestro entorno
cercano, Dios nos llama a mantener la esperanza en
la promesa de la redención y esperar con ansias su
llegada renovada.
cuidarnos y cuidar la creación: cuidar el medio
ambiente, proteger los recursos naturales y trabajar
por la sostenibilidad del planeta pasa por el cuidado
de unos a otros en lo cotidiano de nuestra vida.
